La fábrica de cine, Estudios Churubusco 1945-2017, fue el nombre de una pequeña exposición que nos llevó por 72 años de producción cinematográfica en estos legendarios estudios, compartiendonos muchos objetos interesantes.
Entre ellos el enigmático artefacto de la película La invención de Cronos de 1993, ópera prima de Guillermo del Toro, el mismo que se incrusta en la mano de Jesús Gris (Federico Luppi).
Otro souvenir clásico de aquel nuevo cine mexicano que renacio en los noventas es Cirilo, el oso de peluche que le pertenecía a Tomás (Demian Bichir) en la película Sexo, pudor y lágrimas de 1999.