En 1944 Siqueiros recibió el encargo de pintar un mural al interior del Palacio de Bellas Artes, la obra, cuyo título original era México por la democracia y la independencia, fue inaugurada el 20 de noviembre, día que marca el inicio de la revolución de 1910.
En 1945, y para conmemorar la victoria aliada sobre el Eje Berlín-Roma-Tokio, el pintor decidió añadir dos nuevos tableros que acabarían formando el tríptico que ahora se conoce como Nueva Democracia, y que llevan los títulos de Victimas de la guerra y Victimas del fascismo.
El panel central de este conjunto está estructurado a partir de una representación alegórica de la libertad: una mujer encadenada con el torso desnudo y los brazos extendidos, que lleva una flor en la mano izquierda y una antorcha en la otra; la cabeza coronada por un gorro frigio.
La composición de los tres tableros corresponde a la idea del artista sobre la «plástica pura», es decir, una manera de pintar que debía romper los límites del cuadro para convertirse en una suerte de superficie dinámica que pudiera satisfacer la visión del que llamaba el espectador móvil; aquel que no tiene un punto de vista estático, sino que se mueve y observa la obra desde distintos ángulos, esta tentativa de pintar el movimiento ha emparentado a Siqueiros con el futurismo italiano, sin embargo, por la energía que muestra su trazo y por los colores violentos, se le conoce también como uno de los máximos expresionistas mexicanos.
Nueva Democracia, 1944
(Victimas de la guerra y Victimas del fascismo) Tríptico
Piroxina sobre celotex y masonite, recubierto con plastico sintetico
Data in situ
Un interesante dato adicional, la modelo del mural fue Angélica Arenal, esposa de Siqueiros.
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