En 1962 Jorge González Camarena pinta la que probablemente sea su obra más famosa, La Patria, un óleo sobre tela que pertenece a la colección de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, siendo indiscutiblemente la portada más entrañable de todas las portadas de estos libros.
El rostro que vemos es una constante en las obras de González Camarena y como siempre en la historia de las cosas, tiene su peculiar anécdota, cuando él le propuso a Victoria Dorenlas de 18 años que fuera su modelo, ella se negó rotundamente, la razón, estaba casada con un pistolero que prestaba sus servicios a un importante político del Estado de Hidalgo, el marido tan agresivo como inseguro, cuando tenia que dejarla sola por cuestiones de su trabajo, descargaba su pistola a los pies de la joven antes de irse, de esta forma le advertía cual seria su destino si la encontraba con otro, «olvídese» dijo la muchacha al pintor «si mi marido descubre que estoy posando para usted, al día siguiente habría dos entierros», sin embargo él continuo pretendiéndola y ella siguió negándose, así un buen día vio que en la casa de Victoria se llevaba a cabo un velorio, sospechando de inmediato que finalmente los celos del marido habían terminado con la vida de la joven, pero para su fortuna ella se encontraba bien aunque acongojada por el fallecimiento de su esposo, ya sin excusa alguna y a la edad de 19 años la joven tlaxcalteca posó para González Camarena.
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