A un lado de la Alameda Central, en la Plaza de la Santa Veracruz, se puede observar al escritor y embajador ecuatoriano Benjamín Carrión sentado frente a una mesa jugando ajedrez, esperando a su retador; la escultura en bronce develada el 24 de mayo del 2011 fue elaborada por el mexicano Pedro Filiberto Ramírez Ponzanelli.
Detrás de Benjamín Carrión se puede leer un pequeño fragmento de su pensamiento que aplica perfectamente a nuestro Centro Histórico:
Seamos una gran potencia de cultura porque para eso nos autoriza y alienta nuestra historia.
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